Elisa Y la Gestapo

Cuando llamaron a la puerta dije: ¿Quién hay?” y me respondieron “La Gestapo. ¿Madame Masallés? Yo respondí que sí y abría la puerta tal y como me pìdieron. Pedí que me dejaran vestirme. Entonces vieron que había una persona acostada, un miembro de la Resistencia, Rafael Melendo Erviti, y le pidieron que se vistiera y viniera también con nosotros, sin preguntar cuál era su identidad. Por eso sé que fue un chivatazo”

Testimonio de Elisa Garrido.
Prisioneras de Ravensbrück en 1939
CC BY-SA 3.0 de – Bundesarchiv, Bild 183-1985-0417-15

Con los años y la Liberación, Elisa supo que este joven había conseguido evadirse escapándose por la ventana. Melendo era uno de los mejores guías que tenía la Red Ponzán para cruzar la frontera.

Los cuatro miembros de la Gestapo se la llevaron a la Comandancia donde fue torturada. Después, y permaneció tres semanas en aislamiento, sin hablar, sometida a todo tipo de torturas y violaciones. Ella aguantó: decía que prefería la muerte antes de hubiera más detenciones.